DE ACTUALIDAD - La ola de terrorismo incendiario que asoló Israel durante la última semana ha dejado un panorama desolador de desplazados y viviendas calcinadas. Pero, fuera de esos daños y los heridos, hay uno de mayor fuerza simbólica e impacto emocional que es la destrucción de miles de hectáreas de un bosque que plantaron en las últimas generaciones los judíos con el aporte céntimo a céntimo a la organización ecologista más antigua del mundo: el Keren Kayemet LeIsrael, sobre la que recae ahora la reconstrucción del paisaje arrasado, labor que tardará 30 años en completarse, pero que exige medidas urgentes. Y para llevarlas a cabo necesita la colaboración de todos los judíos del mundo ya que esos árboles no son sólo del Estado de Israel, sino la materialización de nuestro lugar en el mundo, como nos explica el delegado del KKL en España, Michael Adari
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REVISTA DE MEDIO ORIENTE, CON MASHA GABRIEL - Análisis semanal de los medios de comunicación y de artículos referidos al estado de Israel. En...